Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, para que a través de los Organismos que correspondan ordene instalar el servicio de teléfonos públicos y domiciliarios en las localidades de Alto Calilegua y San Lucas en el Departamento de Valle Grande; Rinconadilla, Tusaquillas y Santa Ana en el Departamento de Abdón Castro Tolay; El Toro y Catua en el Departamento de Coranzuli; Tilquiza y Ocloya en el Departamento Capital y Abra Laite en el Departamento de Cochinoca , Provincia de Jujuy.

Señor presidente:

En la Provincia de Jujuy, existen numerosas localidades que carecen del servicio telefónico publico y domiciliario, fundamental medio de comunicación. Se trata de la vulneración de un verdadero derecho humano, agravado en este caso por las especiales condiciones en que viven los pobladores de estos pueblos.

Este medio de comunicación es de vital importancia en muchas ocasiones y en cualquier lugar. Consecuencias trágicas se generan en las grandes urbes cuando no existe manera de comunicarse con inmediatez. Esta emergencia se amplia abismalmente cuando, como en este caso, se trata de localidades que se encuentran a importantes distancias de cualquier ciudad, y los mismos caminos son de muy dificultoso transito vehicular.

Pero no solo debemos considerar las situaciones mas radicales. Estos pueblos , de economías poco desarrolladas, deben padecer la fuga permanente de muchos de sus jóvenes . Familias enteras se desintegran con el objeto de que sus integrantes masculinos encuentren un medio laboral que les permita enviar remesas que permitan una existencia mas digna a sus padres y hermanos. Ello significa alejarse por mucho tiempo y a geografías lejanas, desconociendo la suerte y destino de los seres mas queridos. Es, en definitiva, una tragedia rutinaria.

No debe desconocerse además que la carencia de telefonía es un freno al desarrollo. Siendo localidades de difícil acceso, su incomunicación agravada desalienta posibilidades de inversión y, por ende, de crecimiento. Siendo que el turismo se presenta como una actividad incipiente en estos parajes, de bellísima geografía, muchos visitantes deciden proseguir su recorrido al advertir su incomunicación.

De todo lo expuesto no puede cuestionarse este legitimo reclamo que emana de pueblos durante mucho tiempo marginados de toda atención estatal. Solo exigen que se los respete como iguales a cualquier ciudadano de este país. El espíritu federal que consagra nuestra Constitución los convalida.

Por lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de éste proyecto de resolución.