PREVENCION DE ADICCIONES Y CONTROL DEL NARCOTRAFICO
Comisión Permanente 
													
Of. Administrativa:  Piso P02  Oficina 206 
Secretario administrativo SR. CABRERA RUBEN
Jefe SR. ABREGO HUGO IVAN
Martes 12.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 60752241 Internos 2241
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PROYECTO DE LEY
Expediente: 3814-D-2015
Sumario: LUCHA CONTRA EL ALCOHOLISMO - LEY 24788 -. MODIFICACION DEL ARTICULO 6, SOBRE PROHIBICION DE TODA PUBLICIDAD O INCENTIVO DE CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHOLICAS EN HORARIO DE PROTECCION AL MENOR.
Fecha: 08/07/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 85
	        ARTÍCULO 1.- Agréguese el inciso 
f) al artículo 6 de la Ley Nacional de Lucha contra el Alcoholismo, Nro. 24.788 
que quedará redactado de la siguiente manera,
	        
	        
	        "ARTICULO 6°-Queda prohibida 
toda publicidad o incentivo de consumo de bebidas alcohólicas, que: 
	        
	        
	        a) Sea dirigida a menores de 
dieciocho (18) años; 
	        
	        
	        b) Utilicen en ella a menores de 
dieciocho ( 18) años bebiendo; 
	        
	        
	        c) Sugiera que el consumo de 
bebidas alcohólicas mejora el rendimiento físico o intelectual de las personas; 
	        
	        
	        d) Utilice el consumo de bebidas 
alcohólicas como estimulante de la sexualidad y/o de la violencia en cualquiera 
de sus manifestaciones: 
	        
	        
	        e) No incluya en letra y lugar 
visible las leyendas "Beber con moderación". "Prohibida su venta a menores de 
18 años". 
	        
	        
	        f) Sea difundida durante el horario 
de protección al menor en cualquier medio televisivo, cinematográfico, radial o 
digital."
	        
	        
	        Artículo 2: Comuníquese al Poder 
Ejecutivo Nacional.
	          
      
  
 
					FUNDAMENTOS
Señor presidente:
	        El consumo de bebidas alcohólicas 
constituye una problemática social cuya gravedad se acrecienta día tras día, y 
su trascendencia se evidencia a nivel mundial en los esfuerzos dispuestos por la 
comunidad internacional y organismos como la Organización Mundial de la 
Salud y la Organización Panamericana de la Salud, para contrarrestar el impacto 
del consumo, tanto sobre las colectividades nacionales, como a nivel 
individual.
	        
	        
	        Indicadores de la entidad de la 
problemática a que se aboca la presente iniciativa, lo constituyen las tasas de 
mortalidad y morbilidad vinculadas con el consumo de alcohol, y la profusa lista 
de problemáticas vinculadas a la ingesta de bebidas alcohólicas: más de 
doscientas enfermedades (entre las que se ubican además de la cirrosis, el 
cáncer de mama, de garganta, y la posibilidad de desarrollar enfermedades 
infecciosas como la tuberculosis y la neumonía) el aumento de episodios de 
violencia y accidentes de tránsito, el aumento de la conflictividad social, las 
pérdidas en productividad laboral, y los recursos que cuesta el alcohol por 
atención médica y gastos de justicia, y en materia de seguridad.
	        
	        
	        El "Informe Mundial de Situación 
sobre Alcohol y Salud 2014"  (1)  presenta perfiles de 194 Estados Miembros de 
la OMS por consumo de alcohol y su impacto en salud pública. Analizando la 
problemática del consumo de alcohol a nivel mundial, el informe de la 
Organización Mundial de la Salud revela que el consumo abusivo de alcohol 
provocó que más de 3,3 millones de personas murieran en el mundo en 2012, 
lo que representa el 6% de todas las muertes en el mundo, equivalente a una 
muerte cada diez segundos. Practicando una distinción en función del sexo, el 
alcohol fue la causa del 7,6% de las muertes de hombres en 2012 y del 4% de 
los fallecimientos de mujeres.
	        
	        
	        En lo que respecta al continente 
americano, en el año 2000 el alcohol era el principal factor de riesgo en la 
Región de las Américas, en tanto que a nivel mundial el alcohol ocupaba el 
cuarto lugar. El consumo de alcohol en las Américas es aproximadamente 50% 
mayor que el promedio mundial, considerando que alcanzó un promedio de 8,5 
litros per cápita en nuestra región, comparado con la media global de 
6,2litros.
	        
	        
	         
	Pasando a analizar las estadísticas relativas a nuestro país, el porcentaje 
de muertes relacionadas con el alcohol asciende al 18,5% de las muertes en la 
Argentina, cifra representativa tanto de accidentes de tránsito vinculados a la 
ingesta de alcohol, como de enfermedades causadas por la bebida. Resulta 
categórico en este sentido lo afirmado por el Dr. Carlos Damin (2) , quien 
habiendo analizado la problemática en el hospital Fernandez, expresó "-El 
alcohol nos produce más enfermedad y muerte que cualquier otra sustancia 
ilícita".
	        
	        
	        Otro dato particularmente 
relevante es que la Argentina ocupa el segundo lugar en el ranking americano 
en consumo de alcohol, con un promedio de 9,3 litros de alcohol puro anuales 
por persona. Según el informe referido, las mujeres argentinas consumen 5,2 
litros de alcohol puro al año, y los hombres, un promedio de 13,6.
	        
	        
	        Según datos de la Encuesta 
Nacional de Prevalencia de Consumo de Sustancias Psicoactivas   (ENPreCoSP 
2011 - INDEC) y la Encuesta de Factores de Riesgo (ENFR 2009 - Ministerio de 
Salud de la Nación), en Argentina hay más de tres millones de personas 
mayores de 18 años que mensualmente hacen un consumo episódico excesivo 
de bebidas alcohólicas. Además, casi un millón de adolescentes de 13 a 17 años 
sufren consecuencias físicas, psicológicas y sociales por la ingesta de bebidas 
alcohólicas.  (3) 
	        
	        
	        En lo que respecta a los daños que 
provoca el consumo de alcohol, el último estudio elaborado por la Organización 
Mundial de la Salud sobre alcohol, distingue entre los daños sobre la salud de 
los individuos, y los daños a nivel social y económico.
	        
	        
	        Respecto de los primeros, en el 
mencionado informe se destacan: efectos tóxicos sobre órganos y tejidos, 
intoxicación, alteración sobre las condiciones neuropsiquiátricas, deficiencias en 
la coordinación física y la conciencia, dependencia (habida cuenta que el 
bebedor experimenta una deficiencia para controlar su comportamiento 
alcohólico), y específicamente en cuanto a enfermedades: pancreatitis, cáncer 
de laringe, de colon, de mama- entre otros- y probable causa de cáncer de 
páncreas.
	        
	        
	        Sobre este último punto, el 
informe destaca que cuanto mayor el consumo, mayor el riesgo de padecer 
estas enfermedades, y que se ha comprobado que la ingesta de una bebida 
alcohólica al día aumenta considerablemente el riesgo de contraer algunos tipos 
de cáncer, como el cáncer de mama.  (4) 
	        
	        
	        En la misma línea, se lo vincula 
además con el síndrome alcohólico fetal (FAS), con la predisposición a contraer 
diversas enfermedades infecciosas vinculadas a la debilitación del sistema 
inmune, y con el favorecimiento del desarrollo de neumonía y 
tuberculosis.
	        
	        
	        Continuando con la afectación 
individual que provoca el consumo de alcohol, otras problemáticas asociadas 
son: acciones negligentes y abusos, por ejemplo respecto de personas bajo 
cuidado del bebedor, problemas en cuanto al rol social del individuo, como 
miembro de una familia, amigo o trabajador y trastornos diversos en la vida 
social del individuo. "Los problemas ocasionados por el alcohol pueden ir más 
allá del bebedor y producir efectos sobre quienes lo rodean en aspectos como 
violencia familiar, conflictos maritales, problemas económicos, abuso de 
menores, admisiones en salas de emergencia (Borges et al. 2004), 
comportamiento violento, lesiones y fatalidades en automovilistas y peatones 
cuando se conduce en estado de ebriedad." (5) 
	        
	        
	        Según un informe presentado por 
la Organización Panamericana de la Salud, "El consumo de alcohol también está 
asociado con comportamientos de alto riesgo, incluyendo sexo no seguro y uso 
de otras sustancias psicoactivas. Los trastornos por el uso de alcohol, con altos 
índices en la Región, conllevan un alto grado de comorbilidad con otros 
trastornos por uso de sustancias, como dependencia de la nicotina y 
enfermedades de transmisión sexual. Los estudios más recientes sugieren una 
asociación entre consumo de alcohol y VIH/SIDA."
	        
	        
	        Respecto de los costos económicos 
y sociales que importa el consumo de alcohol en la población, ubicamos: costos 
de tratamiento médico, costos en materia de justicia, costos ocasionados por 
daños materiales (por ejemplo por accidentes automovilísticos), costos en 
materia de seguridad  por crecimiento del crimen y los niveles de violencia 
social, etc., exigiendo estos la disposición de recursos humanos y económicos 
para el mantenimiento del orden en la comunidad. En el mismo sentido, se 
destacan las pérdidas ocasionadas por absentismo, desempleo, perdida de 
productividad en la fuerza de trabajo, pérdida de años laborables dado la 
exigencia prematura de pensiones por incapacidad o por fallecimientos, todo lo 
cual afecta la viabilidad económica de la comunidad en su conjunto.
	        
	        
	        Carlos Damin ha trabajado 
intensamente sobre esta problemática y su concientización, habiendo estado al 
frente de diversas investigaciones, entre estas, el estudio "Detección de alcohol 
y otras drogas psicoactivas en pacientes ingresados a la guardia por incidentes 
de tránsito". El relevamiento fue realizado en el servicio de emergencias del 
Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires. Conforme este estudio 
durante el mes de febrero de 2014, de 7557 consultas, 4293 (un 56%) de las 
consultas recibidas por la guardia corresponden al consumo de alcohol.
	        
	        
	        El profesional, ha expresado que 
estamos "subestimando al alcohol", y ha indicado que de 2800 pacientes que 
ingresaron con un cuadro de intoxicación aguda en el 2011, el 60% se los 
llevaron las sustancias legales: 54% alcohol y 6% psicofármacos. "-Se nos 
	        
	        
	        mueren más chicos en el país por 
alcohol que por marihuana, la marihuana es extremadamente dañina, pero el 
alcohol mata más gente sin duda (...) tenemos muchos más problemas con las 
drogas legales que con las ilegales".
	        
	        
	        El Jefe del servicio de Toxicología 
del hospital Fernández ha enfatizado además que existen cantidades de casos 
de muertes por accidentes de tránsito -por ejemplo- que provocados por 
consumo de alcohol en los conductores, no se cargan al alcohol, sino como 
"accidentes de tránsito", lo cual conlleva a tener estadísticas siempre inciertas y 
aminorar el daño provocado por el alcohol.
	        
	        
	        Es necesario también plantear una 
mirada de carácter sociológico sobre la problemática que se analiza. El consumo 
de bebidas alcohólicas se inserta en el marco de la "ideología" del consumo 
actual,  incorporando con el tiempo a sectores más y más jóvenes de la 
población. Son los jóvenes quienes resultan más permeables a esta tendencia 
consumista mundial, y vivenciamos cómo son constituidos en población-objetivo 
de innúmeras campañas publicitarias, e incorporados en el consumo de bebidas 
alcohólicas -bajo la promesa de la diversión y la popularidad- a edades cada 
vez más tempranas.
	        
	        
	        En el contexto reseñado, se deben 
fortalecer las estrategias existentes y crear otras a nivel nacional en el marco 
de nuestra legislación, que contrarresten el impacto del "consumismo 
alcohólico" en nuestros adolescentes y preadolescentes. Es necesario que el 
gobierno comience a formular y defender políticas públicas saludables para 
resguardar a los más jóvenes, del daño que ocasiona la ingesta de 
alcohol.
	        
	        
	        En este sentido, según el informe 
de la Organización Panamericana de la Salud, "el consumo excesivo episódico, 
especialmente entre jóvenes, es particularmente elevado en muchos países de 
la Región (OMS 2001). Los estudios sugieren que, en ciertos países en las 
Américas, los niños están empezando a beber alcohol desde los diez años de 
edad." (6) 
	        
	        
	        Siguiendo este orden de ideas, la 
OPS en el documento "Plan de Acción para Reducir el Consumo Nocivo de 
Alcohol" ha resuelto "instar a los Estados Miembros a que: promuevan 
programas de prevención que eduquen a los niños, a la población joven y a 
todos los que decidan no consumir alcohol sobre cómo deben resistir la presión 
social para beber alcohol, protegerlos frente a esta presión y defender su 
comportamiento abstemio".  (7) 
	        
	        
	        Consideramos que existen dos 
elementos centrales que deben guiar en forma prioritaria nuestras estrategias 
preventivas: la percepción del riesgo que comporta el uso de alcohol y la 
permisividad familiar y social hacia su consumo y los estilos de vida que lo 
acompañan.
	        
	        
	        Según un estudio español, la 
población juvenil mantiene una clara tendencia descendente en su percepción 
de riesgo y considera al alcohol la sustancia tóxica menos peligrosa, muy 
alejada del resto de las drogas. "De tal modo que, mientras las demás 
sustancias obtienen un riesgo percibido que oscila entre el 73 y el 89%, sólo el 
42% piensa que el consumo habitual de alcohol puede causarles muchos o 
bastantes problemas. Por lo tanto, incidir en el incremento de la percepción del 
riesgo representa uno de los mayores retos de la prevención del uso indebido 
de alcohol".  (8) 
	        
	        
	        Respecto de la problemática del 
alcohol entre los jóvenes, un informe elaborado por la OPS/OMS ha expresado: 
"Las investigaciones sugieren que los niños en la Sub-región están comenzando 
a beber ya desde los diez años de edad. En 2002, al menos 69,000 muertes de 
personas entre 15 y 29 años de edad se atribuyeron a la ingesta de alcohol. 
Entre los jóvenes, el alcohol es la droga predilecta. De hecho, los adolescentes 
utilizan 
	        
	        
	        el alcohol con mayor frecuencia e 
intensidad que todas las demás drogas ilícitas combinadas (NIAAA 2000)." (9) 
	        
	        
	        En este contexto, con adolescentes 
presionados  (y "aceptados") por beber -habida cuenta la influencia de los 
mensajes en medios, la disponibilidad y la cultura de aceptación de los hábitos 
alcohólicos- aparece como inminente la necesidad de la promoción desde el 
Estado de estilos de vida saludables, que promuevan el fortalecimiento de los 
vínculos familiares, la práctica de deportes y el desarrollo de actividades 
sociales y al aire libre.
	        
	        
	        Múltiples investigaciones 
demuestran que cuanto más temprano se da el consumo de alcohol mayor es la 
vulnerabilidad a otros comportamientos de riesgo, y es por este motivo que se 
deben desarrollar campañas informativas y sensibilizadoras sobre los efectos 
negativos del consumo del alcohol con líderes juveniles artísticos, deportivos, u 
otros (contrariamente a lo que sucede en la actualidad, en que vemos artistas y 
figuras reconocidas incitando al consumo de alcohol, influyendo negativamente 
en nuestros jóvenes).
	        
	        
	        En definitiva, es imperioso 
comprender, informar y advertir a la sociedad sobre los daños que el consumo 
de bebidas alcohólicas nos está generando y va a generarnos a futuro. "El 
alcohol no es una mercancía ordinaria: El alcohol es una droga con efectos 
tóxicos, además de otros peligros intrínsecos, como intoxicación y dependencia 
(...). Si se consume en exceso, el alcohol puede causar muerte, enfermedades 
crónicas, accidentes, lesiones y numerosos problemas sociales." (10) 
	        
	        
	        Habiendo reseñado ampliamente 
la relevancia de la problemática del consumo de alcohol, tanto a nivel mundial, 
como regional y estatal, y los daños que provoca su aceptación a nivel 
individual y social, estamos en condiciones de concluir que es indispensable que 
el Estado tome participación en la grave situación a que estamos 
	        
	        
	        expuestos como sociedad, y 
particularmente a que exponemos a nuestros niños y jóvenes. Es apremiante 
comenzar a tomar decisiones y a efectivizar políticas en resguardo de la 
población argentina, y es en este marco que se inscribe el presente proyecto de 
ley.
	        
	        
	        Esta iniciativa busca proteger a la 
población más joven de nuestro país, del incesante acoso publicitario que -
conforme se ha comprobado- ha logrado instalar en la sociedad una profunda 
liviandad en la consideración del consumo de bebidas alcohólicas, y ha 
banalizado y procurado minimizar la importancia de los daños que provoca el 
consumo de bebidas alcohólicas en la sociedad.
	        
	        
	        A modo de recomendación, la 
Organización Mundial de la Salud ha instado a los Estados a restringir la 
publicidad de alcohol y los patrocinios de las compañías productoras de bebidas 
alcohólicas.
	        
	        
	        En el mismo sentido, la 
Organización Panamericana de la Salud ha presentado el informe "Alcohol y 
Salud Pública en las Américas: Un Caso para la Acción." PAHO, especificando 
diversos "componentes" a modo de propuestas políticas, entre los cuales 
destacamos: "... Componente 3: Reglamentar o prohibir la publicidad o 
promoción de  alcohol en radio, televisión, Internet, medios impresos, carteles  
publicitarios y en eventos culturales, juveniles y deportivos, particularmente en 
relación con su impacto sobre los jóvenes, y encargar la responsabilidad del 
seguimiento y aplicación de cualquier reglamentación o prohibición a una 
institución  gubernamental u organismo independiente; ... Componente 5: 
integrar y difundir screenings e intervenciones breves en  la atención primaria 
de la salud para problemas tempranos de uso de alcohol. Educar y capacitar a 
los profesionales de la salud sobre su uso rutinario; ... Componente 6: 
Desarrollar sistemas de tratamiento para responder a todo el rango de 
problemas asociados con el alcohol, integrados al sistema general de salud, 
accesibles y económicos para los necesitados. ... Componente 8: Aumentar la 
conciencia pública y 
	        
	        
	        el apoyo a políticas efectivas sobre 
alcohol y mejorar la educación pública sobre daños asociados y respuestas 
efectivas." (11) 
	        
	        
	        En el mismo sentido, se expresa 
que la exposición a la publicidad de alcohol forma percepciones positivas del 
consumo y puede incrementar una ingesta más intensa (OMS 2004), y que la 
publicidad del alcohol "tiene el potencial de mostrar al consumo como 
socialmente deseable, o para promover actitudes a favor del alcohol, de 
reclutar nuevos bebedores e incrementar la ingesta entre bebedores actuales. 
Los mensajes de la publicidad del alcohol muchas veces ignoran los efectos 
negativos del alcohol como son los riesgos sociales y para la salud."  (12) 
	        
	        
	        Es en el marco de acción referido, 
que se inscribe la presente modificación de la Ley de Lucha contra el 
Alcoholismo, instalando limitaciones horarias a la publicidad de bebidas 
alcohólica e impulsando una política de carácter general, tendiente a favorecer 
el desarrollo y la promoción de estilos de vida saludables en nuestra 
población.
	        
	        
	        Es necesario además, destacar la 
importancia del desarrollo de políticas públicas en el mismo sentido a nivel 
local. En el marco de recomendaciones para la acción brindadas por la OPS, la 
consultora Alicia Castro plantea que los gobiernos locales deben promover 
programas de recreación, de sana diversión a través del deporte, la cultura, el 
baile, el teatro, el clown y otras expresiones  artísticas; establecer alianzas para 
unificar el sentido de las intervenciones articulando las diferentes instancias 
ediles vinculados al tema: juventud, participación vecinal, seguridad ciudadana, 
o coordinar con instituciones de la localidad: Salud,  Educación, ONGs, 
parroquias que intervienen con jóvenes; potenciar la intervención preventiva a 
través Escuelas promotoras de la salud, basada en un enfoque integral para 
promover estilos y conductas de vida saludables 
	        
	        
	        como parte de la currícula 
educativa, y potenciar la alianza tripartita y coordinación educación /salud / 
municipio. (13) 
	        
	        
	        En lo que respecta al derecho 
comparado, la regulación de la oferta publicitaria de alcohol en América es 
diversa: existen países que no registran limitaciones (El Salvador, Guyana, 
Jamaica, Surinam entre otros); un segundo grupo lo constituyen aquellos que 
sostienen la autorregulación o los "códigos voluntarios" para todo tipo de 
medios (Nicaragua, Estados Unidos); un tercer grupo de países presentan 
prohibiciones sobre ciertos medios y para ciertas bebidas (Bahamas, Brasil, 
México, Perú); y en el caso de Venezuela, existe una prohibición total a esta 
publicidad en televisión y radio nacionales y restricciones en los medios 
impresos y carteles de propaganda para todo tipo de bebidas. Todos los demás 
países tienen restricciones parciales (es decir, horarios, tipos de programas o 
medios, límites de saturación y lugares de publicidad) para algunas bebidas y 
en algunos medios.  (14) 
	        
	        
	        Como ha quedado demostrado, la 
problemática del consumo de alcohol es de suma gravedad y requiere de 
políticas estatales urgentes y estables, que fomenten estilos de vida saludables 
en la población y protejan a los niños y adolescentes de la influencia publicitaria 
que, preocupada exclusivamente por los márgenes de rentabilidad empresaria, 
ha favorecido e impulsado en la sociedad el consumo de sustancias psicoactivas 
-entre ellas, el alcohol- menospreciando la nocividad de sus efectos sobre la 
salud humana.
	        
	        
	        Por todo lo expuesto 
anteriormente, invito a los Sres. Diputados y Sras. Diputadas de la Nación 
acompañen en la sanción del presente Proyecto de Ley.
	          
      
  
 
					
  | Firmante | Distrito | Bloque | 
|---|---|---|
| PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | GEN | 
Giro a comisiones en Diputados
					| Comisión | 
|---|
| PREVENCION DE ADICCIONES Y CONTROL DEL NARCOTRAFICO (Primera Competencia) | 
| COMERCIO | 
| FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA |